Ayer me descubriste, Hada del Río,
mortal pero engendrando dioses, a tu paso,
con los pies en el agua
y la cabeza sorda de sol de Agosto.
Sirena no soy,
que al agua te convido,
y tu vaivén sueño.
Éxtasis secretos,
Que el agua arrastra,
contigo.
También,
quizá.
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